
Procedimiento mejorado: en forma simultánea, en sobre cerrado y por separado, cada uno anota un precio de compra-venta. El que anote el precio más alto está obligado a comprar al otro su parte al valor medio entre los dos precios. Desde luego, quien ofreció el menor precio está obligado a vender su parte. La forma apropiada de participar en este último proceso es que cada uno dé su propia valoración del bien.
En nuestro ejemplo, si la primera persona valora la casa en 100 mil pesos, está dispuesta a pagar esa cantidad, pero ni un centavo más. La segunda persona valora la casa en 80 mil (y tampoco está dispuesta a pagar más). Si cada uno declara esa cantidad mediante sobre cerrado, entonces las dos personas ganan, ya que el precio intermedio es de 90 mil; por lo tanto, la primera persona sólo debe pagar 45 mil para quedarse con la casa que él mismo valora en $100 mil. Mientras tanto, la segunda persona recibe 45 mil, más de lo que ella considera la mitad del valor de la casa (80 mil).
Este último procedimiento tiene tres propiedades deseables: primero, cada uno de los participantes puede garantizar 50% de su propia valoración, declarándola en el sobre cerrado (sin importar si la otra parte sigue la recomendación). Segundo, si ambos siguen la sugerencia de declarar su valoración, ninguno va a desear lo que le tocó al otro. En teoría económica, este acuerdo se conoce como procedimiento libre de envidias. Y, por último, las dos partes quedan igualmente beneficiadas por arriba de 50% de su valoración.
Claramente, este procedimiento puede modificarse para un caso en el que las partes no tengan los mismos derechos sobre el bien; en lo que sí deben estar de acuerdo es en el porcentaje que a cada uno corresponde.