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Noviembre-Diciembre 2013
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Sindrome de mortalidad temprana del camarón ¿Presente en México?

ARTURO SÁNCHEZ-PAZ ET AL.

SINDROME DE MORTALIDAD TEMPRANA DEL CAMARÓN
¿PRESENTE EN MÉXICO?

Sindorme de mortalidad temprana del camarón ¿presente en México?

Las enfermedades infecciosas en animales de interés comercial causan grandes pérdidas económicas. El cultivo de camarón en el mundo ha sufrido la constante aparición de enfermedades, causando pérdidas cercanas a 15 mil millones de dólares.

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Las enfermedades infecciosas son causa común de pérdidas económicas cuantiosas en la producción de organismos de interés comercial; baste mencionar un ejemplo para comprender la dimensión de los efectos devastadores que algunos agentes patógenos han provocado en la economía de algunos países: la influenza aviar tipo A (H5N1), o gripe aviar, es una enfermedad infecciosa viral que causa elevadas tasas de mortalidad en aves domésticas y silvestres, así como en otros hospederos, incluyendo el humano.1 Se ha estimado que esta enfermedad ha provocado pérdidas económicas globales superiores a los 250 mil millones de dólares, ya que desde 2003 murieron más de 200 millones de aves de corral.2

De forma similar, la industria mundial del cultivo de camarón ha sufrido efectos devastadores por la aparición constante y frecuente de enfermedades infecciosas. Se ha estimado que tan sólo, en el periodo 1990-2005, la producción global del cultivo de camarón alcanzó pérdidas económicas cercanas a los 15 mil millones de dólares3 y, de acuerdo con datos proporcionados por la Alianza Global de Acuacultura, aproximadamente, 60% de dichas pérdidas puede ser atribuido a enfermedades virales, 20% a enfermedades bacterianas y el restante 20% a una variedad de otros agentes patógenos.4

Nuestro país no se ha visto libre de estos padecimientos y, como en los casos anteriores, las pérdidas han sido cuantiosas. La aparición del Virus del Síndrome de la Mancha Blanca (WSSV, por sus siglas en inglés) ha causado muy serios problemas a la industria del cultivo de camarón. Sonora produjo la mayor cantidad de camarón en el país, en 2009, cuando reportó 81,422 toneladas (t); sin embargo, en los años posteriores, el camarón se vio seriamente afectado por el WSSV y, para el año 2010, la producción descendió a 49,400 t; en 2011, a 40,697 t, en 2012, la producción cayó a 35,305 t5 y, en la actualidad, se estima que la producción de camarón en el periodo 2013 haya llegado a 14,000 t (figura 1).

Algunos estudios sugieren que la incidencia de mortalidades masivas de camarones de cultivo podría deberse a la aparición de un nuevo agente patógeno (aunque esta vez, de origen bacteriano): el Síndrome de Mortalidad Temprana (EMS, por sus siglas en inglés), también conocido como Síndrome de la Necrosis Hepatopancreática Aguda (AHPNS).

UN PATÓGENO DE APARICIÓN RECIENTE

Si bien la producción de camarón cayó hasta 2012, la situación empeoró durante 2013. ¿La causa? Algunos estudios sugieren que la incidencia de mortalidades masivas de camarones de cultivo podría deberse a la aparición de un nuevo agente patógeno (aunque esta vez, de origen bacteriano): el Síndrome de Mortalidad Temprana (EMS, por sus siglas en inglés), también conocido como Síndrome de la Necrosis Hepatopancreática Aguda (AHPNS).

A principios de 2009 se detectaron, repentinamente, casos de mortalidades masivas (60-80%) de camarones juveniles de cultivo en China. Como hasta ese momento era desconocido el agente causal de esta enfermedad, se le asignó el nombre de Síndrome de Mortalidad Temprana. Posteriormente, durante 2010 y 2011, se registraron mortalidades similares en Vietnam y Malasia; y estos nuevos casos compartían algunas características con lo ocurrido en 2009. A la postre, durante 2012, Tailandia también se vio afectada por la presencia de EMS con mortalidades de camarón de cultivo de 20 a 30%. En América, y haciendo énfasis en México, no existían reportes oficiales de la presencia de EMS; no obstante, en agosto de 2013, el doctor Donald Lightner confirmó, en la “Sexta Reunión del Comité Interamericano de Sanidad de los Animales Acuáticos”, llevada a cabo en Yucatán, la presencia de la enfermedad en nuestro país. Es importante mencionar que se desconoce la vía por la cual llegó a nuestro país, pero afectó muy seriamente la producción de camarón de cultivo en México (figuras 2 y 3). En este mismo año, el doctor Lightner y su reconocido grupo de trabajo lograron identificar la bacteria Vibrio parahemolyticus, como el agente causante de la enfermedad y, de acuerdo con lo investigado, la bacteria produce una toxina —una sustancia venenosa de identidad química aún desconocida— que daña mortalmente al camarón.6 Finalmente, se ha sugerido que la bacteria V. parahemolyticus es, a su vez, infectada por un virus (bacteriófago); de modo que, al intentar defenderse de la invasión vírica, produce precisamente la toxina que afecta, indirectamente, al camarón.

Se considera muy importante mantener acciones de vigilancia epidemiológica, las cuales, instituciones, como el Comité de Sanidad Acuícola del Estado de Sonora (Cosaes ), han llevado a cabo
desde hace varios años en nuestro país.

IMPACTO ECONÓMICO DEL EMS

Por supuesto, dado que este fenómeno es tan reciente, no existen tratamientos que permitan contrarrestar los efectos devastadores de esta enfermedad, ni métodos de diagnóstico temprano para detectar la cepa virulenta de V. parahemolyticus responsable de EMS. Por lo que resulta necesario mencionar las consecuencias económicas de los efectos directos del EMS en la producción de camarón. Se calcula que, desde la detección de EMS en Asia, se han perdido cerca de mil millones de dólares, de modo que las importaciones de camarón procedentes de Tailandia, Vietnam y China a los Estados Unidos, de enero a noviembre de 2012, disminuyeron entre 9 y 28%, con respecto a las importaciones registradas durante el mismo periodo, en 2011.

Tan sólo, en 2011, Tailandia produjo cerca de 400 mil t de camarón de cultivo; pero, la presencia de EMS, disminuyó su producción drásticamente, lo que a su vez provocó que la exportación de camarón a los Estados Unidos se redujera 25%, durante 2012. Además, los precios del camarón en este país se incrementaron cerca de 20% en los últimos meses, afectando directamente a mayoristas, minoristas y clientes.

Como suele suceder en el ámbito del comercio mundial, mientras los principales países productores de camarón han sido seriamente afectados por esta enfermedad, y continúan su lucha contra éste y otros patógenos como WSSV, YHV (Virus de la Cabeza Amarilla, por sus siglas en inglés), por mencionar algunos, otros países que han tenido la fortuna de mantenerse aislados de este agente patógeno, como la India, han incrementado las exportaciones de este crustáceo a los Estados Unidos hasta en 70%.

Desafortunadamente, el panorama en México —particularmente, en Sonora— no es alentador. Si consideramos que la producción de camarón ya había sufrido un impacto muy importante, debido a la presencia de WSSV, la aparición de esta nueva enfermedad podría provocar una crisis muy seria en la industria camaronera nacional. Por lo pronto, durante el segundo trimestre de 2013, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) ha declarado zona de alerta epidemiológica.

Por el momento, es difícil concluir categóricamente si las mortalidades masivas de camarón de cultivo que han ocurrido en nuestro país se deben a la presencia del EMS; si bien es cierto que el doctor Ligthner ha insinuado que esta enfermedad ya está presente en México, todavía no hay referencias bibliográficas científicas que lo apoyen; aunque vale la pena mencionar que información reciente respalda lo propuesto por el doctor Lightner. Así, investigadores del Centro de Investigaciones en Alimentación y Desarrollo (CIAD) de la Unidad Mazatlán han mencionado, en diversas reuniones de trabajo y en congresos internacionales, haber logrado aislar diversas cepas bacterianas causantes de la enfermedad del EMS, a partir de organismos moribundos provenientes de granjas mexicanas, donde camarones que han sido desafiados experimentalmente con algunas de estas cepas, desarrollaron lesiones y signos clínicos muy similares a los observados en camarones infectados de forma natural con EMS. Por otro lado, para que una enfermedad sea considerada como una epidemia y no un suceso aislado, se requiere que el número de casos presentados exceda claramente su expectación normal. Un valor único en el número de incidencias no permite, por sí solo, clasificar la presencia de un patógeno como una epidemia; por lo que la presencia de esta enfermedad en nuestro país no se considera, al menos hasta hoy, una epidemia.

Dada la frecuencia con la que se ha presentado este tipo de situaciones causantes de graves afecciones a la industria camaronera en los últimos años, es de esperar la aparición de nuevos patógenos (los causantes de alguna enfermedad) en un futuro próximo. Por tanto, se considera muy importante mantener acciones de vigilancia epidemiológica, las cuales, instituciones, como el Comité de Sanidad Acuícola del Estado de Sonora (Cosaes ), han llevado a cabo desde hace varios años en nuestro país. Solamente, a través de estas acciones y del desarrollo de proyectos de investigación que permitan entender el proceso infeccioso y epidemiológico, será posible desarrollar y aplicar estrategias de intervención y/o tratamientos que eviten la transmisión y dispersión de las enfermedades infecciosas en cultivos marinos con importancia comercial en nuestro país.

REFERENCIAS

1. J. Beigel, y M. Bray (2008). “Current and Future Antiviral Therapy of Severe Seasonal and Avian Influenza”. Antiviral Research, 78:91-102.

2. Banco Mundial (2005). Global Program For Avian Infuenza Control and Human Pandemic Preparedness and Response. pp 1-133.

3. T. W. Flegel, D. V. Lightner, C. F. Lo y L. Owens (2008).“Shrimp Disease Control: Past, Present and Future”, en: M. G. Bondad-Reantaso, C. V. Mohan,, M. Crumlish y R. P. Subasinghe (eds.), Diseases in Asian Aquaculture VI. “Fish Health Section”. Asian Fisheries Society. pp. 355-378.

4. T. W. 4. Flegel (2006). “Disease Testing Treatment”, en: C. E. Boyd, D. Jory y G. W. Chamberlain (eds.). Operating Procedures for Shrimp Farming. Global Shrimp OP Survey Results and Recommendations. St. Louis: Global Aquaculture Alliance, pp. 98-103.

5. Informe final del ciclo 2011. Programa de trabajo de sanidad acuícola del programa de prevención y manejo de riesgos para peces: www.cosaes.com/infpeces2011.htm

6. L. Tran, L. Nunan, R. M. Redman, L. L. Mohney, C. R. Pantoja, K. Fitzsimmons y D. V. Lightner (2013). “Determination of the Infectious Nature of the Agent of Acute Hepatopancreatic Necrosis Syndrome Affecting Penaeid Shrimp”. Diseases of Aquatic Organisms, 105:45-55.

Curriculum

 

Arturo Sánchez-Paz es Doctor en Ciencias, adscrito al Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S. C. (CIBNOR). Laboratorio de Referencia, Análisis y Diagnóstico en Sanidad Acuícola. Miembro del SNI, nivel 1.

Fernando Mendoza-Cano es Maestro en Ciencias, adscrito al Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S. C. (CIBNOR). Laboratorio de Referencia, Análisis y Diagnóstico en Sanidad Acuícola.

Tania Enríquez-Espinoza es Maestro en Ciencias, adscrito al Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S. C. (CIBNOR). Laboratorio de Referencia, Análisis y Diagnóstico en Sanidad Acuícola.

Trinidad Encinas-García es Biólogo, adscrito al Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S. C. (CIBNOR). Laboratorio de Referencia, Análisis y Diagnóstico en Sanidad Acuícola.

Guillermo Portillo Clark es Biólogo, adscrito al Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste S. C. (CIBNOR). La Paz, Baja California Sur. México.

Manuel Grijalva-Chon
es Doctor en Ciencias en Ecología Marina, y es profesor-investigador de tiempo completo en el Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de Sonora. Miembro del SNI (I).

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