México registra año con año un reducido número de patentes, y esto es reflejo de una escasa cultura tecnológica y de protección intelectual, lo cual tiene su origen en el modelo de desarrollo científico que ha prevalecido en el país y en la forma como el trabajo de los investigadores es evaluado.

De acuerdo con Antonio Sierra Gutiérrez, gerente del Centro de Investigación de Condumex, nuestro país no genera los desarrollos tecnológicos suficientes ni registra las patentes necesarias, debido a que la gran mayoría de los científicos nacionales tiene como prioridad la publicación de artículos con los cuales se evalúa su desempeño.

“Tradicionalmente, han sido universidades y centros públicos especializados los responsables de hacer investigación y desarrollo, instituciones en las cuales el desempeño de los científicos es evaluado en función del número de publicaciones que realizan, y no por la cantidad de desarrollos científicos y patentes registradas”.

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