Pilcher, Helen. Que vuelva el Rey. La nueva ciencia de resucitar especies. Biblioteca nueva. Madrid: 2017.
Hago un atento aviso al futuro lector para que se prevenga con una caja de pañuelos desechables, porque hay momentos en los que tendrá ganas de llorar al extrañar a criaturas que nunca vio existir, pero cuya extinción fue tan triste, que duele, no sólo por pensar en el dodo, sino al conocer el fin de una especie de cabra montés o del rinoceronte banco del norte… Este texto incluye capítulos como el de las ranas, el procedimiento para recolectar ADN de ciertos animales o la vuelta a la vida de Elvis… —quizá debería evitar comer mientras los lee, pues no es algo del todo grato, pero eso sí; tremendamente interesante—. Un capítulo lleva de la mano al otro y éste al siguiente… cuando menos nos damos cuenta, ya hemos aprendido sobre cómo leer y escribir ADN, información sobre las peripecias de los investigadores del siglo pasado y de éste para resucitar a un mamut, un tilancino [Thylacinus cynocephalus o “lobo de Tasmania”], un hurón patas negras, etc.
La autora nos presenta a más de un centenar de investigadores con los que habló para sustentar su información —no dejen de leer los agradecimientos, porque en ellos se imprime esta chispa de Helen que provoca no querer dejarla al cerrar el libro para siempre—.
La desextinción existe, sin embargo, la autora hace una constante invitación a reflexionar sobre el propósito de realizar estos estudios y pruebas: ¿para qué y a costa de quiénes?
Usted podrá decidir a quién quiere de vuelta en este planeta e, incluso, tendrá oportunidad de apoyar en dichas investigaciones. Lo que nos debe quedar claro es que la extinción está ocurriendo hoy y continuará si no somos capaces de comprender la manera brutal en la que nos estamos acabando la fauna y aún más: que la desextinción no es del todo la solución a nuestros errores humanos.