Credito: Miguel Ángel Valle Pérez
“Conservar el agua mediante políticas que van desde inversión en sistemas de irrigación más modernos, hasta las que fomentan un cobro justo por el uso del agua”, son algunas de las alternativas propuestas que menciona Yúnez Naude.
Tan sólo en la Ciudad de México, la ley concede subsidios de hasta 91.3%, lo que puede reducir el precio del agua a 2.49 pesos por cada mil litros de agua. Así escuchamos: “lo que cuesta se cuida, entonces, a partir de tarifas equitativas por regiones se pueden generar más incentivos a quienes usan el agua de mejor forma”.
Al respecto, una de las tecnologías que consigue hasta 95% de eficiencia es el sistema de riego por aspersión, el cual aplica el líquido como una pequeña lluvia al pie de la planta. Este método es ideal para implementar técnicas de fertirrigación (fertilizantes disueltos en el agua de riego), con lo que se eleva la productividad de la parcela.
El principal inconveniente de dicha tecnología radica en sus altos costos de instalación; por lo que, Yúnez Naude propone impulsar una reconversión productiva tomando en cuenta la disponibilidad del agua en cada región del país, en relación con los requerimientos de agua de los cultivos.
Es importante tomar en cuenta que en México se siembra más donde falta agua. “Los agricultores del norte son los que tienen acceso a mejor tecnología y tienen más recursos. En ese sentido, debe haber algún arreglo, en términos de inversión, por parte del Estado mexicano y los agricultores para llevar a cabo obras de actualización de la infraestructura de irrigación”.